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La plaga también conocida como polilla del racimo de la vid afecta a los viñedos dañando las bayas de las uvas, por lo que el SAG se encuentra realizando labores de control en toda la región de Coquimbo cubriendo un área de trabajo de 307,8 hectáreas.
Con la instalación de 153.900 emisores de confusión sexual en la región de Coquimbo, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), del Ministerio de Agricultura, informa que está pronto a iniciar su temporada de trabajo 2023-2024 en el control de la plaga Lobesia botrana, también conocida como la polilla del racimo de la vid. Con la instalación de estos dispositivos se busca evitar la propagación de esta plaga que afecta a los viñedos, abarcando un total de 307,8 hectáreas en las tres provincias de la región.
La Lobesia botrana es una plaga que ataca a los viñedos y, a través de sus larvas, causa daños en las bayas de las uvas al alimentarse de ellos, provocando graves daños al sector productivo. Es por ello que el SAG mantiene un trabajo constante de vigilancia con la instalación de trampas y control con la disposición de emisores de confusión sexual, los cuales son unos dispositivos que emiten una feromona que confunde al macho evitando su apareamiento con la hembra impidiendo su propagación.
Al respecto, el Seremi de Agricultura, Christian Álvarez, indicó que “el SAG realiza un exhaustivo trabajo tanto en zonas rurales como urbanas con la instalación de trampas y emisores, por lo que la colaboración de la ciudadanía es fundamental, ya que estas son ubicadas en lugares estratégicos para permitir su pronta detección. En este sentido solicitamos a las personas no mover ni trasladar las trampas ni los emisores con el fin de no entorpecer la labor de detección y vigilancia que realiza el SAG”.
El director regional (s) del SAG, Jorge Mautz, explicó que “durante la temporada 2022-2023 -que finaliza este mes de agosto- en región de Coquimbo se registró un total de 66 detecciones de este insecto, de ellos 46 de encuentran en la provincia de Elqui, tres en Limarí y 17 en Choapa, de estas detecciones el 86% se registró en sectores urbanos de la región, lo que refleja el minucioso trabajo que desarrollamos en terreno. Debemos, además, relevar el rol de los productores, quienes deben respetar las áreas reglamentadas y cumplir con los requisitos que les impone el SAG, todo con el fin de evitar la dispersión de esta plaga hacia otros sectores de la región”.
A nivel regional, el SAG informa la existencia de ocho áreas reglamentadas, de ellas cuatro se encuentran en Elqui, una en Limarí y tres en Choapa; y un avance del 100% en la instalación de trampas y emisores de confusión sexual. Asimismo, se han reforzado actividades de fiscalizaciones y de difusión para que los productores tomen los resguardos necesarios con el objetivo de evitar que esta plaga se siga propagando. Además, de fiscalizaciones de comercio, viveros, plantas frutícolas y predios comerciales.
