Con esfuerzo constante y no exento de dificultades, la Unidad Hospitalaria de Cuidados Intensivos de Psiquiatría (UHCIP) para niñas, niños y adolescentes del Hospital Provincial de Ovalle, conmemoró su primer ciclo de funciones. Este recinto es el primero de estas características en la región de Coquimbo y cuenta con una capacidad de 5 camas para compensar patologías de alta complejidad con el trabajo un equipo multidisciplinario y movilizado por una destacable vocación de servicio.
En su primer año de funciones, la UHCIP infanto-adolescente ha realizado 64 procesos de hospitalización, los cuales duraron alrededor de 20 a 30 días cada uno y otros con cuadros más complejos incluso se extendieron hasta 60 días.
El moderno centro ubicado dentro del Hospital Provincial de Ovalle, cuenta con profesionales médicos, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas, enfermeras y TENS, que han sacado adelante este proyecto enfocado en brindar un servicio que es pionero en la región respecto a su modelo de atención, espacio físico y cobertura de los pacientes infanto-adolescentes con patologías de salud mental agudas.
Por su parte, la Dra. Alejandra Álvarez, subdirectora de Gestión Asistencial del Servicio de Salud Coquimbo, expresó que “estamos muy orgullosos del funcionamiento de esta unidad, ya que es la oportunidad de que los pacientes que requieren hospitalización por patologías de salud mental, puedan ser manejados en la Red Asistencial de la Región de Coquimbo, dando continuidad de sus cuidados en las cercanías de su familia y de su entorno. Antes, esta prestación tenía que ser derivada fuera de nuestra región a centros infantojuveniles, lejos de sus familias, lo que por supuesto, influía en su recuperación”.
La autoridad hizo énfasis en que “es muy importante para nosotros mantener este relevante trabajo, para eso es fundamental que los psiquiatras infantojuveniles de Chile se interesen también en venir a trabajar con nosotros en la región y así fortalecer tanto el Hospital de Ovalle como los otros establecimientos que entregan esta prestación para generar una mejor salud mental para nuestros niños, niñas y adolescentes”
El psiquiatra Gonzalo Lizana, médico jefe de servicio de psiquiatría del Hospital de Ovalle, explicó que: “hemos tenido una excelente recepción de parte de los usuarios y sus familias, como equipo hemos ayudamos en disminuir la estigmatización que significan las enfermedades mentales particularmente en este grupo etario, por otro lado, ha sido excelente trabajar siempre con un enfoque de respeto a los derechos de los niños y niñas.”
Los modelos de la red de hospitales apuntan a que la mayoría de las atenciones psiquiátricas sean ambulatorias, sin embargo, existen casos más complejos que requieren temporalmente una hospitalización que busca resolver enfermedades complejas como, por ejemplo, psicosis, alteración psicomotora, intentos de suicidio, entre otras patologías.
En este sentido, el jefe de psiquiatría del Hospital de Ovalle, contó que “nosotros somos responsables de dar cuidados mientras dura la crisis, resolverla y dar continuidad a su tratamiento. La idea es que sea una hospitalización transitoria y lo más breve posible porque donde realmente las personas se recuperan es en su ambiente, su comunidad y con sus familias.”
Por su parte, Karola Alfaro, enfermera jefa de UHCIP adulto e infantoadolescente, enfatizó que: “posterior a la compensación, la tarea de nosotros es que adquieran herramientas para que puedan enfrentar de la mejor manera posible su recuperación afuera.”
Los vínculos durante la hospitalización
Durante los turnos las y los profesionales realizan talleres terapéuticos con enfoque de mejoramiento y de recuperación. Y es en esa dinámica de acompañamiento y mejoría que la enfermera Karola Alfaro, explica que “es imposible no poder enlazarse con los niños, niñas y adolescentes”, apuntando a que se generan lazos muy profundos mientras se lucha por recuperar la salud de los pacientes.
En muchas ocasiones el trato entre el personal clínico y el paciente es una relación profesional. Pero en esta unidad existe un vínculo que va más allá para poder desenvolverse con las niñas y los niños. “El trato es más dócil, más cercano para que se sientan lo más cómodo, lo más confortable y lo más cercano a una segunda familia durante la estadía hospitalaria”, agregó la enfermera.