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Día de la Astronomía: La contaminación lumínica de los cielos aumenta casi un 10% cada año

En los próximos años, Chile pasará a albergar el 70% de la capacidad de observación astronómica mundial, es por eso que, en el día nacional de la Astronomía, la Fundación Cielos de Chile hace un llamado a la alerta ante el aumento de la contaminación lumínica en el país, la principal amenaza para esta actividad.

Chile concentra actualmente cerca del 50% de la capacidad de observación astronómica a nivel mundial, pero dentro de la próxima década aumentará al 70%, cuando comiencen a operar los nuevos proyectos que involucran la instalación de grandes telescopios en el país, como el Gran Telescopio de Magallanes y el Extremely Large Telescope.

La preferencia de estos proyectos por ubicarse en Chile no es al azar, se debe a la buena condición de los cielos nocturnos que ofrece el norte nuestro país, en los que el fenómeno de la contaminación lumínica todavía es bajo.

“La contaminación lumínica es la introducción innecesaria de luz artificial en el medio ambiente y se debe a la emisión de luz en intensidades, direcciones y colores inadecuados; que afecta el brillo natural del cielo, los espacios naturales y paisajes sensibles. En Europa y Estados Unidos, ya entre el 80% y 90% de sus cielos están afectados por esta condición” explica Daniela González, Directora Ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile, encargada de proteger los cielos nocturnos de Chile.

Esta es la principal preocupación de la Fundación Cielos de Chile, creada en 2019 para continuar una labor que nació a mediados de los años 90, con los primeros esfuerzos de astrónomos profesionales en Chile, impulsando normativas y difundiendo la problemática de la contaminación lumínica. Es por esto que, en el Día Nacional de la Astronomía, la Fundación hace un llamado de atención a preservar los cielos nocturnos el país.

“En el mundo la contaminación lumínica está aumentando un 9,6% por año, duplicándose en menos de ocho años, y la importancia de preservar los cielos nocturnos no sólo impacta en la observación astronómica, sino que tiene importantes consecuencias sobre el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la salud humana” agrega González.

La Fundación también brinda apoyo a municipios y comunidades en la promoción de sus cielos y servicios asociados, a través de certificaciones “Destinos Star Light”, un sello de calidad de carácter internacional que se le entrega a lugares que tienen condiciones meteorológicas exclusivas en cuanto a nitidez y oscuridad. En Chile, el parque nacional Fray Jorge en la región de Coquimbo y La mano del Desierto en la región de Antofagasta, están dentro de esta categoría. Chile también alberga el primer Santuario Internacional de Cielos Oscuros “Gabriela Mistral”, certificado en 2015 por la International Dark Skies Association (IDA) en el Valle del Elqui.

En la comuna de Río Hurtado, se lleva adelante el proceso de certificación de sus cielos ante la Asociación Internacional de cielos Oscuros, IDA, además de contar ya con la ordenanza municipal que regula y evita la contaminación lumínica.

¿CÓMO EVITAR LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA?

La Directora Ejecutiva de la Fundación Cielos de Chile destaca tres prácticas para colaborar en la disminución de la contaminación lumínica, que se pueden hacer desde el propio hogar.

  1. Dirección y Objetivo: La iluminación debe ser útil y estar bien dirigida. En iluminación exterior las luminarias no deben emitir luz hacia el hemisferio superior, ya que toda luz que escape hacia arriba es innecesaria, derrochando energía.
  • Intensidad y Control: La luz no debe ser más brillante de lo necesario. Hay que tener en cuenta las condiciones de la superficie que se va a iluminar, ya que estas pueden reflejar luz hacia el cielo nocturno. Utilice controles como temporizadores o detectores de movimiento para asegurarse de que la luz esté disponible cuando se necesite, se atenúe cuando sea posible y se apague cuando no sea necesaria.
  • Color: Limita la cantidad de luz de longitud de onda más corta (azul-violeta), utilizando luces de color cálido siempre que sea posible. La luz de tono “blanco frío” (muy común en las luminarias LED) contiene un alto contenido de emisiones azules, las que además suprimen la producción de melatonina y tienen impactos negativos en la salud humana. Afortunadamente hoy disponemos de luces LED de tonos cálidos, que combinan la eficiencia energética de estos dispositivos con una iluminación sana y responsable.

Sobre la Fundación Cielos de Chile

Cielos de Chile es una institución privada y sin fines de lucro, cuyo fin esencial es proteger la calidad de los cielos nocturnos del país, un patrimonio medioambiental, cultural y científico único a nivel mundial; que está siendo sometido a un progresivo deterioro debido al exceso de iluminación artificial. En colaboración con los distintos actores de la sociedad, buscamos seguir ampliando nuestras gestiones, elaborando iniciativas que nos permitan un mayor impacto en la comunidad, articulando esfuerzo a nivel local, regional y nacional, y trabajando en colaboración con universidades e instituciones públicas y privadas; ya que el cielo es un bien de todos y para todos.

Más información en cieloschile.cl

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