Esta fecha surge en 1998, tras la “Primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética” que se desarrolló en Austria, como una medida frente al agotamiento de las fuentes de energía fósiles a corto plazo.
Es por esta razón que la SEREMI de Energía realizó una intervención en la Plaza de Armas de La Serena con el objetivo de que la ciudadanía tome conciencia de la importancia que representa cuidar los recursos energéticos y adoptar compromisos para disminuir el gasto de energía sin dejar de realizar nuestras acciones cotidianas.
La Seremi de Energía, María Castillo Rojas, enfatizó que “en el Día Mundial de la Eficiencia Energética estamos haciendo un importante llamado a toda la ciudadanía a hacer un uso eficiente de los recursos energéticos y a un uso racional de estos mismos. Nosotros en nuestra Agenda de Energía tenemos incorporadas metas y acciones que fomentan el buen cuidado de la energía tanto a nivel residencial, público y privado. Tenemos varios programas que se orientan al ahorro de la energía, a la competitividad y de paso contribuir al cambio climático”.
Desde el Ministerio de Energía se ha enfatizado que la eficiencia energética es la clave para impulsar la acción climática y la productividad de nuestro país. En un proceso de descarbonización y transición, representa productividad.
Nuestro país suscribió el compromiso de ser carbono-neutrales antes del 2050, ratificado con la promulgación de la Ley Marco de Cambio Climático. En ese compromiso, el rol de la energía es clave, al ser el responsable de casi el 80% de las emisiones
De todos los aspectos implicados en la transición energética, como la promoción de energías renovables, el despliegue de electromovilidad o el impulso decidido de la industria del hidrógeno verde, ninguno es tan importante como la eficiencia energética.
Actualmente existe una ley de Eficiencia Energética que tiene dentro de sus pilares la obligatoriedad de la gestión de la energía de los grandes consumidores. Dichas obligaciones de información y reporte son cruciales para lograr el uso racional que demanda el cambio climático.
Por parte, para la Agencia Internacional de Energía (IEA), la eficiencia energética es la piedra angular de la transición energética a una matriz más sostenible. Junto con las energías renovables, es la herramienta más efectiva en cuanto a reducción de los gases de efecto invernadero, favoreciendo el cuidado de los recursos naturales, potenciando la productividad y competitividad de la economía y, además, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas.