Para obtener fruta de la mejor calidad, un trabajo ejecutado por investigadores de INIA Intihuasi ha propuesto mejorar manejos agronómicos, obteniendo resultados positivos durante el desarrollo de esta iniciativa, que es financiada por el Programa de Gestión Territorial para Zonas Rezagadas de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE) y el Gobierno Regional de Coquimbo (GORE).
Ajial de Quiles, La Rinconada, La Polvareda y Parral de Quiles, son localidades ubicadas hacia la zona costera de la comuna de Punitaqui, en nuestra región de Coquimbo, que son parte del secano y están fuera del área de influencia de embalses, por lo que la actividad agrícola se basa en la ganadería caprina y en algunos frutales, destacando la producción de cítricos, principalmente limones.
Angélica Salvatierra, Ingeniera Agrónoma del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA y directora del proyecto señala que “la idea es mejorar los sistemas de cultivo basado principalmente en el l uso eficiente del agua. Por ello, nos preocupamos de que tengan los sistemas de riego adecuado y también reciban capacitaciones en toda la labor agrícola como también el proceso de comercialización”.
Uno de los efectos positivos de las actividades grupales, es la generación de lazos de confianza que, junto con el compartir el mismo ecosistema y condiciones de vida, facilita el intercambio de conocimientos y la asociatividad para poder mejorar además la comercialización del producto.
Para Iván Araya, productor de Parral de Quiles, el trabajo del INIA Intihuasi ha sido muy bueno, “ya que se han sacado muchas ideas buenas, se ha aprendido mucho como el modo y manejo de un huerto, que no teníamos idea, solamente plantar, pero nada más. La forma de cómo cuidar, como hacer una poda y varias cosas muy interesantes. El hecho también que el grupo lo toma de muy buena forma, se ve el apoyo que hay, así que, agradecido de eso, del INIA. Para el futuro, esperamos tener un ingreso que no estaba considerado años atrás, esperar que se mejoren los precios y trabajar en conjunto para comprar los insumos y maquinarias, ya que sale más barato”.
Adriana Jiménez, agricultora de la misma localidad, manifestó que “necesitamos que nos adelanten más aún, porque nos falta mucho conocimiento todavía como por ejemplo como manejar el árbol, para que no se muera, ya que muchas veces uno no sabe cómo atenderlo, que gancho cortarle para que no se siga infestando de plagas, así que eso me gustaría aprender en esta etapa de mi vida”.
Un limón con sello distintivo
Las características de calidad de los limones de Punitaqui son similares, en términos de tamaño de fruto y jugo, a los que actualmente se exportan, adicionando un sello distintivo por su sector de producción, que se relaciona con la vida en postcosecha, sin presentar infecciones fungosas. Cualidad que junto a aroma pueden ser consideradas en una futura comercialización con un sello distintivo, dado el sector de producción de secano con precipitaciones escasas. Una comparación con otras zonas productoras de la región muestra que en términos de cantidad de jugo están en el mismo rango de valores.
Se destaca la cualidad de 30 % de jugo en promedio durante los meses de junio a diciembre y, el tamaño de frutos llegaría a los 130 gramos aproximadamente.
Claudio Salas, director regional de INIA Intihuasi sostuvo que “una labor prioritaria de INIA es contribuir a la sostenibilidad del sector agroalimentario. Esto se ha puesto en práctica con los productores de limones ubicados en Ajial de Quiles, La Rinconada, La Polvareda y Parral de Quiles, quienes a través del proyecto que llevamos a cabo, han sido capacitados en el uso eficiente de los recursos, con especial énfasis en el hídrico. Se ha fomentado también, una citricultura con base ecológica donde el control de plagas y enfermedades prioriza estrategias de bajo impacto ambiental como, por ejemplo, control biológico natural. Las agricultoras/es han avanzado mucho en el transcurso del proyecto tanto en lo técnico como en el trabajo colaborativo, por tanto, no tenemos dudas que podrán mejorar la rentabilidad del cultivo en el corto plazo”.
La iniciativa también fue destacada por el Seremi de Agricultura de la Región de Coquimbo, Hernán Saavedra, quien señaló que “acá vemos como gracias al trabajo que realiza INIA podemos contribuir con un grano de arena a mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestro mundo rural. La transferencia de conocimientos y tecnologías es clave para que pequeños agricultores del secano de la comuna de Punitaqui, puedan mejorar los manejos agronómicos de sus unidades productivas, optimizar el uso de recursos naturales disponibles y con ellos gracias a un trabajo colaborativo acceder a nuevos nichos comerciales para ofrecer sus productos, que sin duda cuentan con un sello único en la región”.
Esta fruta se comercializa mayoritariamente en el mercado de Ovalle, conociéndose como “limón de cerro”, para distinguir su procedencia de otros sectores. Como se ha señalado anteriormente, la asociatividad es un componente que se consideró necesario para explorar e ingresar a nuevos mercados, por lo que profesionales capacitados en esta área, mediante charlas explicativas de los beneficios y de recursos monetarios de otras instituciones de gobierno, encaminaron a los agricultores del primer grupo a asociarse formalmente, conformándose un grupo de 36 agricultores, a través de una cooperativa llamada A’ Quiles.
El desafío hoy está puesto en el trabajo con ambos grupos, en seguir mejorando la cantidad y calidad de sus limones, sumándose al trabajo colaborativo de comercialización que les permita obtener nuevos y mejores ingresos para la economía local de sus hogares y por ende, para la comunidad de Punitaqui, en la provincia del Limarí.