El dispositivo cuenta con 12 sillones de hemodiálisis, lo que permitirá atender 36 cupos diarios de este tratamiento vital para personas con daño o patologías alojadas en el riñón.
Debido a las complicaciones de la pandemia el principal recinto de salud de la provincia de Limarí había pospuesto la inauguración de estas instalaciones destinadas a pacientes con insuficiencia renal, las cuales son parte de las nuevas prestaciones contempladas en el proyecto de normalización del Hospital de Ovalle y que esta semana ya comenzó a atender personas que necesitan dializarse.
La red de salud pública de la provincia no contaba con un recinto para cumplir con esta demanda, por lo que los pacientes de este tipo eran derivados a centros privados o a otras comunas como La Serena y Coquimbo, realidad que comenzará a cambiar durante estos días.
Así lo explica Álex Gómez, paciente que desde tres meses fue diagnosticado con una insuficiencia renal y que esta semana fue uno de los primeros en utilizar uno de los doce sillones de hemodiálisis con los que contará el recinto.
Gómez señaló que “es un gran logro que tengamos esto acá, porque nos alivia el bolsillo, antes nos hacíamos la diálisis en serena, y por ejemplo el turno de noche era muy sacrificado (…) Fue difícil para nosotros, porque era mucho sacrificio, salir de las 8 de la tarde de la casa para que te sienten en el sillón a las 11 de la noche y salir a las 3 de la madrugada y llegar a las 5 de la mañana a la casa súper agotado”.
Y es que ahora los pacientes de Limarí dejarán los extenuantes viajes que deben hacer a otras comunas para recibir el tratamiento, lo cual tendrá un claro impacto en su calidad de vida, así lo explicó el Dr. Luis Arancibia, médico jefe de la unidad de diálisis, quién señaló que “ahora los pacientes en 20 minutos o media hora pueden estar de vuelta en sus casas, ya no son horas de viajes para volver después de dializarse”.
El profesional agregó que los pacientes de diálisis dependen de este procedimiento para “suplir o dar un tratamiento de remplazo renal, acá entran los pacientes que lamentablemente sus riñones ya no están funcionando, lo cual provoca un cuadro clínico caracterizado por una intoxicación y mucho malestar general y en esa situación y contexto los pacientes ingresan acá y lo que hace la máquina de diálisis es limpiar la sangre de todas las toxinas que el riñón antiguamente eliminaba”.
El delegado presidencial provincial de Limarí, Iván Espinoza, también conoció las instalaciones del recinto y comentó que “hay una demanda importante de personas que necesitaban esta atención (…) esto ha sido producto del trabajo por mucho tiempo de muchas personas, del consejo consultivo, la dirección del hospital y la dirección regional de salud, lo cual hoy vemos reflejado en una instalación con un estándar de calidad que no tiene nada que envidiar a otros centros asistenciales”.
Por su parte, el director del Servicio de Salud Coquimbo, Edgardo González, aclaró que la apertura del sector de diálisis en Limarí “era uno de los componentes que estaba pendiente de poner en marcha en este cambio acelerado que tuvimos el año pasado producto de la pandemia, así que estamos muy contentos”. González además agregó que los pacientes que antes debían viajar a dializarse “retomarán acá su tratamiento y sus controles médicos, lo cual indudablemente les mejorará su calidad de vida en términos de oportunidad y también en la respuesta técnica, médica y terapéutica que tienen estas dependencias”.
Instalaciones con alto estándar de calidad
La unidad de diálisis del Hospital de Ovalle Contará con un equipo humano compuesto por 5 enfermeras, 5 técnicos en enfermería, 2 auxiliares, 2 funcionarios administrativos y un médico como encargado de la unidad. Además, dispondrá de instalaciones que buscan entregar un mejor confort para el paciente, ya que tendrá 2 vestidores, 2 baños, lockers para el resguardo de las pertenencias personales, así como también con una sala de atención para familiares.
Está equipada con 12 sillones de hemodiálisis, de los cuales 11 son para pacientes ambulatorios y uno especialmente dedicado a personas hospitalizadas que requieran del tratamiento. También cuenta con 2 box de atención, uno de observación y procedimientos; y el otro para diálisis peritoneal.
Un paciente dializado debe asistir al tratamiento 3 veces a la semana. Este procedimiento dura 4 horas y es muy agotador, pero al a vez de carácter vital para quien lo recibe, así lo explica el paciente Álex Gómez, “yo tengo que venir acá por mi salud, porque si no vengo a diálisis no estaría bien, seguiría mal o mi vida duraría menos, la máquina de diálisis es nuestra compañera, es un riñón más, nos limpia la sangre y nos permite seguir con vida (…) Yo me dializo día por medio, por cuatro horas y depende de eso que sigamos con vida”, consignó.