Columna de Opinión
Alcalde de Punitaqui, Carlos Araya Bugueño
El tema de la basura en Punitaqui por años fue una problemática, lamentablemente nunca se generó un plan de acción dónde y cómo depositar los residuos domiciliarios. Ante esto, ex autoridades comunales de Punitaqui decidieron echar basura en un terreno baldío que con el pasar de los años sus alrededores se fueron poblando.
El terreno en poco tiempo se convirtió en un basural donde los camiones recolectores del municipio depositaban mensualmente cientos de toneladas de desechos, como también lo hacían particulares. La situación cada vez se fue complejizando más, malos olores, líquidos percolados e incendios amenazaban el bienestar medioambiental de la comuna y sobre todo de los hogares aledaños.
Una vez asumido como alcalde, tomé cartas en el asunto. Había que actuar rápido. Existían dos fórmulas para hacer frente a la crítica situación. Una generar el plan para levantar un vertedero legalmente autorizado, medida que tardaría años en materializarse o bien la segunda opción era sacar la basura de Punitaqui. La segunda iniciativa concretamos. Hace unos días como alcalde firmé un convenio entre el municipio con Minera Altos de Punitaqui y HCM Gold donde nos apoyan con recursos para cancelar los servicios de Tasui, un vertedero legalmente autorizado que se encuentra en la ciudad de Ovalle. En esta alianza el municipio es el ente que corre con la mayor carga presupuestaria
Esta gestión de la actual administración municipal permite sacar fuera de la comuna más de 300 toneladas de basura al mes y al año alrededor de 3.600 toneladas de residuos. Esta acción viene a entregar un respiro cristalino a nuestro medio ambiente y entrega tranquilidad a nuestras familias punitaquinas que se ven afectadas con la contaminación que provoca el actual basural de Punitaqui
Pero esta iniciativa, no solo contempla sacar la basura de Punitaqui sino que también generar un plan de cierre del actual vertedero y medidas preventivas como instalación de puntos limpios en la comuna
El avance y desarrollo de un pueblo no sólo se consigue materializando obras de infraestructura o pavimentando caminos, también se logra inculcando y generando labores que permitan vivir dignamente y pensando en las nuevas generaciones. El futuro de un pueblo se construye con una mirada sustentable.