
Más de 15 mil niños y niñas de Fundación Integra y Junji asisten a la educación inicial en la Región de Coquimbo, en casi 280 salas cuna y jardines infantiles.
Los directores regionales de Fundación Integra y Junji, Susana Veas y Marco Antonio Ávila, respectivamente, junto a Rodrigo Caro, jefe regional del Departamento de Educación de la Secretaría Regional Ministerial de Educación y las autoridades del sector, encabezaron el inicio oficial del Año de Educación Parvularia 2025 en la Región de Coquimbo.
El evento se realizó junto a la comunidad de la sala cuna y jardín infantil Huerto Encantado, de la comuna de La Serena, establecimiento donde 96 niñas y niños reciben a diario una educación inicial de calidad y que recientemente recibió una inversión cercana a los $60 millones por parte de Integra, con el fin de reposicionar sus cubiertas y renovar totalmente su pintura exterior.
En la ocasión, y bajo el lema “Vamos al jardín”, las autoridades destacaron la importancia de asistir al primer nivel educativo, tal como lo hacen los más de 15 mil niños y niñas que asisten a las unidades educativas de Integra y Junji en la región. En materia de revinculación y asistencia, el año 2024 dejó buenas noticias, con un alza de la asistencia de niñas y niños. De acuerdo con datos del período marzo-noviembre, la tasa de asistencia anual promedio a la Educación Parvularia fue de un 76,4%, lo que representa un aumento de 6,9 puntos porcentuales promedio respecto a lo observado el año anterior y representa los mejores niveles desde la pandemia.
“Con la asistencia del año 2024 venimos avanzando, recuperando un poquito la participación de los niños y las niñas en los jardines infantiles y las salas cuna, y este año queremos seguir con el mismo objetivo, invitando a las familias a que traigan a sus hijos, a que estén más tiempo en el jardín infantil y la sala cuna, porque está demostrado que entre mayor asistencia tienen los niños y niñas, son mayores los aprendizajes que obtienen, no sólo desde lo cognitivo, sino también desde lo social, desde la interacción, las normas, todo aquello que es importante en el desarrollo integral de un niño y una niña”, indicó la Directora Regional de Integra, Susana Veas.
Por su parte, el Director Regional de Junji, Marco Antonio Ávila, destacó el rol de las familias al respecto. “La familia aporta y ayuda en el proceso educativo a partir del acompañamiento en el desarrollo, por ejemplo, de las tareas o de algunas actividades más específicas y también en el acompañamiento que diariamente hacen en los jardines y salas cuna, cuando concurren todas las mañanas con los niños y niñas. El aporte de las familias, quizás el más importante, es promover o ayudarnos a promover la asistencia diaria a cada uno de los jardines infantiles, para que de esta manera demos continuidad a esta etapa tan importante en la trayectoria educativa”, afirmó.
En esta misma línea, Paula Peralta, apoderada de Huerto Encantado, señaló que su hija Rebeca “llegó con 8 meses de edad, recién salida de sus correas de displasia, era un bebé gordito, chiquitito, no quería separarme de ella, pero tenía que hacerlo, nosotros trabajamos y es la realidad de muchas familias. Pero llegamos acá y nos sentimos totalmente acogidos. Las tías tienen un compromiso increíble, siempre están atentas a los niños, cómo crecen, cómo aprenden, cómo juegan y son felices y la tranquilidad para nosotros es primordial. Estoy totalmente agradecida”, dijo.
Periodo de familiarización
Los primeros días en las salas cuna y jardines infantiles son verdaderos hitos en la vida de los niños y niñas y también de sus familias. Para apoyar este proceso, acompañando a los equipos educativos y familias, la Subsecretaría de Educación Parvularia ha puesto a disposición las Orientaciones para la acogida y familiarización en el inicio del año de Educación Parvularia 2025. Este documento busca propiciar ambientes de bienestar, seguridad y confianza en salas cuna, jardines infantiles y escuelas.
Rodrigo Caro, jefe del Departamento de Educación de la Secretaria Ministerial de Educación, agregó que “siempre existe un pequeño temor con respecto a cómo va a estar mi hijo o hija, cuando por primera vez me acerco a dejarlo. En ese sentido, quiero garantizar que la educación pública que se está desarrollando en esta región cada vez está teniendo mejores resultados, no sólo desde el punto de vista academicista, sino en garantizar una educación bien tratante”.
La familiarización implica el compromiso de los adultos como garantes de derechos y responsables del acompañamiento en la transición de niños y niñas. Esto requiere un trabajo colaborativo entre equipos educativos y familias, generando estrategias que fortalezcan la continuidad entre el hogar y el centro educativo, favoreciendo así el bienestar emocional, la confianza y la participación en este proceso.