La Semana de la Cocina Italiana en el Mundo no solo ha sido una celebración de sabores, es un manifiesto del poder de la cultura como herramienta de conexión entre los pueblos. En Chile, donde como en todos los países del mundo celebramos esta iniciativa desde 2016, queda claro que la gastronomía italiana ha dejado de ser un simple deleite culinario para convertirse en un puente que une tradiciones, historias y oportunidades entre nuestras naciones.
La cocina italiana es universalmente conocida, pero su verdadera riqueza radica en los valores que transmite: autenticidad, comunidad y creatividad. Celebrar los 40 años de la Asociación Verace Pizza Napoletana nos recuerda que detrás de cada receta hay un legado, y que cada plato es una invitación a descubrir más de nuestra cultura. En Chile, el creciente interés por nuestra gastronomía refleja una admiración por los valores que encarna y un deseo de acercarse a Italia a través de experiencias compartidas.
Pero esta conexión no se queda en lo cultural. La gastronomía es también un motor económico. Italia y Chile tienen una relación comercial dinámica, y la industria alimentaria juega un papel central. Desde la exportación de insumos de calidad hasta la implementación de tecnologías innovadoras en el sector agrícola, nuestras colaboraciones generan beneficios mutuos. Eventos como los de esta semana no solo refuerzan los lazos emocionales, sino que también abren nuevas puertas para la inversión y el desarrollo conjunto.
En un mundo cada vez más globalizado, la cocina es un lenguaje universal. A través de ella, Italia y Chile se encuentran no solo como socios, sino como amigos que comparten una mesa común. Es nuestra responsabilidad, como representantes de Italia, seguir fortaleciendo esos lazos y demostrar que un plato de pasta o una pizza auténtica pueden ser mucho más que comida: pueden ser el inicio de una conversación, una alianza y, por qué no, un futuro compartido.
Valeria Biagiotti
Embajadora de Italia en Chile